Clash Royale triunfar en los eSports

El año pasado, Clash Royale irrumpió con fuerza en el ecosistema de los eSports. Era muy difícil colarse en un mundo dominado por League of Legends y Counter Strike: Global Offensive. Sin embargo, el juego para móviles de Supercell consiguió colarse en la escena competitiva y atraer a un nuevo público a los deportes electrónicos.

Cuando llegó, muchos se preguntaron si sabría mantenerse. Y hasta el momento, está demostrando saber hacerlo. Por eso, muchos se preguntan: ¿qué es lo que le hace tan especial? Éstas son las claves de su éxito para la redacción de Marca eSports.

Primero fue Clash of Clans y más tarde Clash Royale. Basado en el mismo universo de personajes, lo cierto es que en Supercell han sabido crear una identidad de marca genuina. Colorido, divertido y muy agradable a la vista.

¿Quién dijo que no se puede decidir qué jugador es mejor en un título con partidas que solo tienen tres minutos de duración? En Clash Royale son suficientes. Y si no, para eso está el minuto extra de muerte súbita en el que el primero en perder una torre, cae derrotado. ¿Y si no? Pues tablas, que tampoco pasa nada. Aún así, en la mayor parte de tus partidas serán más que suficientes. Por ese mismo detalle (porque puedas echarte una “partidita rápida” prácticamente en cualquier momento), Clash Royale es un eSport único.

Existe igualdad de condiciones entre oponentes. No es pay-to-win. Puedes visualizar partidas de tus rivales para estudiar sus movimientos y fraguar estrategias. Y encima, su desarrolladora ejerce bien su papel de publisher y actualiza la app constantemente para nivelar los torneos. ¿Qué más le puedes pedir?

¿A qué nos referimos con esto? Jugar a él es gratis y eso gusta mucho. Va dirigido a ser un juego masivo. Más que eso: una app indispensable en el smartphone de cualquier millenial (y los que no lo son tanto). No obstante, tiene opciones de pago. ¿Necesarias? No, pero cuentan con sus ventajas. Es decir: si quieres paga, si quieres no pagues. Es tu decisión.